miércoles, febrero 20, 2013

O ladrón do Códice volveu a incendiar a catedral e a Curia compostelá

O pasado 14 de febreiro, a procuradora Y. V. V., en nome da avogada Carmen Ventoso Blanco, que defende o suposto ladrón do Códice Calixtino, Xosé Manuel Fernández Castiñeiras, presentou no Xulgado Número 2 de Santiago de Compostela, que rixe o maxistrado Xosé Antonio Vázquez Taín, un escandaloso manifesto que foi previamente protocolizado como “Acta de manifestacións” polo notario de Vilagarcía de Arousa Francisco López Moledo.
Neste documento, redactado de puño e letra polo propio autor do mesmo, o xa famoso ex electricista da catedral verte varias acusacións moi graves contra determinados altos cargos da Curia compostelá. Aínda que o xuíz instrutor do caso do roubo do Calixtino, o xuíz Vázquez Taín (polémico autor dunha recentísima novela que especula sobre este asunto) quizais correu demais calificando xa a entrega deste manifesto como “xurídicamente irrelevante”, faltan por saber as consecuencias que poden derivarse desta escandalosa nova versión do que supostamente puido estar acontecendo durante varios anos na Catedral de Santiago.
Sen entrar a valorar nin parcial nin globalmente o contido desta “acta de manifestacións” nin as súas características, reproducimos a continuación unha transcripción literal da mesma, omitindo os nomes completos das persoas concernidas, que aparecen só coas iniciais, e conservando avant la lettre a redacción do manifesto, incluídos todos e cada un dos numerosos erros ortográficos, e a súas máis ca deficientes puntuación, sintaxe, etc.

"Yo, José Manuel Fernández Castiñeiras, mayor de edad (63 años) con D.N.I. 33198121, libre y voluntariamente hago la presente acta de manifestaciones que consta de 15 páginas ofreciendo a RATIFICAR esta declaración de fecha 14 de Febrero de 2.013, ante el juzgado, contestando en el juzgado a lo que se me pregunte manifiesto que cuando me dijeron “que era un pecado y que los pecados de los demás no limpian mis pecados” mi pensamiento fué que la gente no llega nunca a enterarse de lo que yo he vivido y visto, por eso pido declarar ante el juzgado para poder manifestar lo que ahora digo en este escrito. La gente nunca se enteraría de la tristeza que yo siento y he sentido durante años al contemplar, por haberlo visto cuando iba a rezar, cuando iba a tomar un café, o cuando me lo contaban los propios protagonistas en la confianza, que ni la pobreza, ni la castidad existe en algunas personas, que se les supone. Yo no soy “ningún pecador” y cuando llegué en 1.980 a la Catedral de Santiago y empecé a instalar el despacho de administración o contaduría para un señor muy serio y que respetaba a todas las personas, me sorprendió que en las tertulias de la cafetería se comentara con total naturalidad y haciendo chistes por J. V., J. B., F. C. (hoy fallecido) que había relaciones sexuales entre un canónigo concreto llamado J. M. D. F y J. S. Allí se contaba con un café al recién llegado que era yo que a S. lo había acogido de niño cuando aun iba al colegio porque su padre fue guardia civil en la guerra y al terminar la guerra en los años 40 eran años difíciles y S., padre, según me contaban estos mis nuevos amigos del café tenía 8 hijos y se veían muy mal y J. M. se llevó ese niño para junto él para el convento de las Mercedarias. El declarante iba con mucha frecuencia a tomar café porque me invitaba J. M. D. a su vivienda en las Mercedarias porque en el convento de las Mercedarias existe una entrada para las monjas y otra para la vivienda del capellán de las Mercedarias e incluso una casita pequeña al lado dentro del recinto, que es donde vive la mandadera de las monjas. Para entrar yó pedía la llave en el torno de las monjas y luego yó la devolvía al salir después de visitarles y charlar tomando el café. J. M. D. y J. S. cuando yo les decía lo de la llave me comentaban que ellos no tenían ningún problema porque tenían su propia llave.
José Manuel Fernández Castiñeiras
Después de los años 80 cuando J. M. D., vivía en esa vivienda del capellán que hay dentro del convento de las Mercedarias y donde también vivía con él J. S. (el le llamaba cariñosamente S.), cuando me invitaba J. M. D. a tomar café yo tengo visto allí a una señora mayor lamada Manueliña que me dijeron los dos, que era quien hacía la comida y le limpiaba la casa. Pasaron los años y J. S. (S.) fue creciendo y pasó a trabajar como psicólogo en la Xunta primero en Lugo y luego en Santiago porque J. M. con sus amistades intentó siempre tenerlo cerca, en mi presencia vi siempre actitudes que iban mas allá de lo humanamente paternal al margen de que con los años y la amistad que yo conseguí con J. M. D., él reconoció su amor y su relación sexual con J. S., es decir al margen de que en el café J. V. B., y J. B., J. L. M., casado con E. también homosexuales según ellos mismos me dijeron, J. R. (J.) comentaban en la tertulia del café con naturalidad y dando por hecho que todo el mundo lo sabía, porque no se escondían, que existía una relación homosexual entre J. M. D. (canónigo a.) y J. S. (S.) el declarante ya lo sabía por haberlos visto y por que ellos mismos en la amistad contraida conmigo, a lo largo de los años me lo comentaban. También podría descrivir episodios en los que yo mismo vi en el baño de la casa de las Mercedarias en las que invitaron a tomar café en su casa pasados los años, como para
entrar en el convento de las Mercedarias había una de apertura y cierre y S. le empezó a gustar salir por la noche entre 2.003, 2.004 y le pidió a J. M. D. F. que le alquilara un piso me lo comentó J. M. D. que le había alquilado un piso a J. S., en c/ Puerta de la Peña Nº 6- 2º de Santiago que de la fundación “Modesto Anido” del cual era administrador D. M. S. B. que antes había sido rector del seminario menor y ahora es compañero canónigo de J. M. D., le cobraba de alquiler 70.000 pts que pagaba J. M. D. según me contó a mi el propio J. M., el piso era muy viejo todo de madera en la segunda planta. Había una vivienda por planta y el edificio tenía 3 plantas. Al poco tiempo de tanto hablarme J. M. D. de lo viejo y caro que era el piso yo le dije que por que no cambiaba y al poco tiempo J. M. D. me comentó que había hablado con E. que estaba en el arzobispado y con el que había hecho la asociación de padres del colegio la Milagrosa de la Choupana en Santiago y J. M. D. me dijo que E. vivía en la República Argentina Nº 27- 8ª y que había 3 pisos vacíos. J. M. D. me dijo que la casa la hizo el Cardenal Quiroga Palacios para curas que no tenían donde vivir y que E. daba los pisos a quien quería.
E. que a día de hoy está jubilado tiene 80 años pero sigue en el arzobispado, según me dijo J. M. D., quien también me llevó un día para enseñarme el ranchito que E. tenía en Cobas-Ames. Nuevamente J. M. D. F. me invitó numerosas veces a tomar café en el piso 4º, mostrándome su alegría por tener que pagar solo 18.000 pts para gastos de comunidad y sostenimiento del edificio pues me dijo que no eran pisos alquilados.
En ese piso de República Argentina Nº 27- 4º A de Santiago, en la amistad que yo tenía con ellos de tantos años presencié la intensa relación sentmental entre J. S. (S.) y J. M. D. F., quien era muy cariñoso y le daba palmaditas en el culo. A mi me daba algo de pena J. S. porque me parecía un poco retrasado por la diferencia de edad.
...que J. M. apoyó siempre a toda la familia S., empleando a una hermana de J. S. llamada N. en los museos de la Catedral, y al marido de otra hermana que quedó sin trabajo y que lo despidieron de la joyería LADO en la Rua del Villar eso lo se, porque la amistad que J. M. D. tenía conmigo hacía que me contara a mi todas estas cosas.
J. M. visitaba todos los jueves a los padres de J. S. (S.) en Milladoiro, Ames donde vivían, hasta donde yo se, el padre de S., murió cayéndose por las escaleras, se decía que se había suicidado, yo eso no lo se, y la madre de S. que está en silla de ruedas impedida vivía allí si bien ahora no se si esta en alguna residencia, S. también tiene ido a buscar a su madre al Milladoiro, y la metía en el autobús y la lleva a su piso de República Argentina 27- 4º A alguna vez para pasar la tarde con ella y distraerla.
Estos pisos que son para curas tienen ascensor pero los puede alquilar un cura y despues llevar a vivir a quien quiera, hasta donde yo sé, que el verano de 2.005 en Septiembre me dió un ICTUS.
El declarante también quiere manifestar que presenció episodios de conflictos tremendos entre J. M. D. y D. A. B. I., otro canónigo.
Sobre el mes de febrero de 1997 un día estaba D. J. M. B., entre yo el declarante y J. V. B., yo iba a pedir una estampita de un santo y J. V. B. a hablar con D. J. B. y vimos que otro canónigo J. F. empujó a D. J. B. y le dijo: ¿Usted ya no tenía que estar aquí, tenía que estar en Casa? y B. que veía ya muy poco, tubo que agarrarse a un mueble para no caerse como yo quedaba con D. J. M. para ir a tomar café, vi una enemistad tremenda entre D. J. M. D. y A. B. otro canónigo, debido a que ambos estaban enamorados de E. que era seminarista en el Seminario Mayor.J. M. me contó que hecharan al seminarista E. porque era homosexual declarado y que era primo hermano de (S. D. B., secretario personal de R. V. y era de Pontevedra y vino para Santiago de seminarista, entonces como no tenía donde vivir cuando lo hecharon del Seminario lo acogió D. A. B. en su casa de Sar al lado de la colegiata.
Pero como D. A. vive con su hermana llamada J. viuda que tiene dos hijos, no se lo quiso en casa, y entonces como A. B. conocía a J. L. M., que trabajaba en el corte inglés y vivía en el capo del Gallo Nº 4 de Santiago, A. B., me dijo J. M. D., que convenció a J. L. M., para que lo llevara para su casa porque J. L. vivía solo, aunque estuvo casado una mujer y tiene dos hijas, pero la mujer al enterarse de que era homosexual lo dejó y se fue a vivir a Vigo, con su familia y las dos hijas.
En la vivienda unifamiliar de dos pisos más buhardilla, de Campo del Gallo de Santiago inicialmente me contó que vivía tambien la dueña de la casa, con el matrimonio y las dos hijas, pero la señora falleció, cuando J. L. ya estaba solo y aun no llegara E.
J. M. D. me contó que al vivir juntos J. L. M. y E., iniciaron una relación, se anamoraron y se casaron a día de hoy están casados y viven juntos y desde entonces J. M. D. le juró odio eterno a D. A. B. Me contó D. J. M. D. que E. quiso trabajar en el hospital general de Galicia, que ya desapareció y D. A. B. le dijo que si quería trabajar allí, tenía que acostarse con él, esto me lo contó a mi E., y me contó que el se acostaba con quien quería, y que A. le puso trabas y E. no consiguió que lo contrataran en el hospital y empezó a trabajar en el hospital de Conjo, E. me dijo que hacía de todo desde colocar una televisión, una estantería y lo que hiciera falta.
Yo veía a E. que era muy amable y elegante, pero el declarante siempre percibió la diferencia de lo que me ocurría con los demás ... E. me respetaba aunque no compartiera su tendencia sexual.
E. me conto que cuando cambió el gobierno de la Xunta de Fraga a los socialistas despidieron el personal contratado durante el gobierno de Fraga del hospital de Conjo, y quedó sin trabajo, andubo buscando en varios sitios, y al final encontró un señor que era militar retirado que tenía sobre 90 años y que estaba en una silla de ruedas, y que vivía en el edificio que llaman galerías Viacambre en el Horreo, empezó a cuidarlo, le daba de comer lo sacaba a pasear, el señor tenía varios hijos pero como tenía una buena pensión prefirieron que lo cuidara a mayores persona externa, sobre las 3 de la tarde al terminar de darle de comer, E. cruzaba la Alameda todos los días ya que era el camino más corto par ir al Campo del Gallo, y me contó que le hacía la espera J. M. D., intentando convencerlo, ademas de que yo personalmente le tengo visto a D. J. M. bajar de las Mercedarias hacia la Alameda, varios días los esperé y presencié lo que E. me contaba y es que le hacía la espera, no cesando en el...y lo acompañaba hasta el Campo del Gallo. Una vez en la calle yo vi como A. B. insultó a J. M. D., por intentar quitarle la pareja, diciendole que era un cabrón hijo de puta, eso lo escuchó personalmente el declarante, como le decía “tu me sacas ese chico”.
Tras la muerte del militar que cuidaba E. este encontró trabajo en San Lázaro, en una fábrica y casa de panderetas y gaitas de fol. E. me contó que los dueños de esa fábrica también son homosexuales y van a hacer exposiciones de gaitas y panderetas a Francia e Italia y E. como sabe italiano y francés está muy bien visto con ellos.
E. me cae muy bien, es primo hermano del secretario personal de R. V., S. D. B.: hoy encargado del archivo histórico diocesano.
La homosexualidad del canónigo D. J. M. D. F., ya la percibí desde el año1.985 (antes de que la reconociera personalmente él mismo me la reconociera su pareja y la viera con mis ojos)
Tambien presencie cuando iba a rezar a la Catedral o a utilizar el lavabo de manos antes de ir a comulgar, como a personas con las que me relacionaba tomando café en la cafetería y coincidía con ellas un día tras otro, entablando una conversación en la cual me manifestaron que no eran homosexuales, como es el caso de J. R. (J.) al ser sacristán y acercar el cordón, cimbulo, por detrás al canónigo J. M. D. o al canónigo A. B. para revestirlos, estos le agarraban fuertemente las manos y se las acariciaban sin dejarlo que se soltara, marchandose J. diciendo asquerosos, porque siempre tuvo novia y no es homosexual, yo ademas de presenciar los episodios por estar alli, tambien escuché ls quejas de J. R. (J.) a cerca de los tocamientos de los dos canónigos, cuando J. venia a la cafetería donde yo estaba, cuando coincidia en la cafeteria cerca del Seminario con los seminaristas (pues a ciertas horas se le permitia ir a la cafetería) algunos que cogieron confianza conmigo, me contaban sus cosas entre las cuales estaba que se quejaban (por ejemplo, recuerdo que estaba como seminarista: D. J. M. T., hoy cura en Noalla, San Xenxo) de que no les dejaban cerrar la puerta y a las altas horas de la madrugada (2 ó 3 de la madrugada) en verano, que dormian desnudos solo calzoncillos iban a visitarlos los formadores del Seminario (curas) y les acariciaban el pene o el culo según estuvieran de postura los seminaristas, y si algun seminarista abria los ojos, le decian ¡Hay que taparse que te va cojer el frio! los seminaristas me contaban que los formadores vivian allí con ellos.
En la catedral yo siempre vi que robaban dinero, por poner un ejemplo todos (P. – J. V. B. – vivía en una casita pequeña en la c/ Quiroga Palacios en Santiago, tiró la casa hizo un edificio de 5 pisos bajo y garaje – e iva todos los años tres meses de vacaciones a la manga del mar menor) J. R. (J.) que era el que mas presumia de coger dinero, ya que cuando había un puente iba siempre a Tenerife a pasarlo sobre todo los carnavales a Tacoronte en Tenerife, ademas de la vacaciones reglamentarias que le correspondian)
F. C. (que murió) que hizo una casa de 3 pisos con Buardilla y bajo en la c/Espiritu Santo ademas de uno o dos pisos que tenia aparte, un piso se lo compró al hijo que estaba de guardia de noche en la Catedral (A. C. F.) J. B. (tenia dos pisos que el declarante sepa, aparte tenia dos casas con su pequeña huerta en c/ Calzada de San Antonio, en Salesianos, D. Bosco en Santiago, y un famoso caserío con una plantación de castaños sobre 1.000 m2 en Verin Orense). Se peleaban delante de mi cuando yo estaba rezando allí, por el lado derecho mirando al altar, porque se reían diciendo que era donde mas se recaudaba, cuando acababan de pedir, pasaban por donde estan las cenizas del Apóstol que no hay nadie, metían la mano en la bolsa y sacaban dinero, eso lo vi yo.
Tambien presencie como A. R. G., que esta juvilado, tiene 82 años, pero voy a misa y veo que sigue en la Catedral, de tiraboleiro mayor y me contaron que en el año 1.980, vivia en la casita de su madre en Vidán y a los pocos años, tres o cuatro, hizo un ... donde vive hoy a 1 km. de la casa de su madre, (cerca del hospital clínico de Santiago) yo estando rezando le vi cojer ofrendas de plata de los peregrinos, cuando venían las ofrendas en cestos o recipientes con plata, jamones, buenos vinos etc, cojía lo mejor y se lo llevaba, y el resto lo veía yo entrar por la puerta, que va a la sacristía (pero ya habiendo vaciado parte de cesta o recipiente) a mi cuando me dijeron que (“los pecados de los demas no limpian mis pecados”), que no soy un pecador, me senti muy triste, porque llevaba tiempo pensando en como hacer para que la gente se entere de lo que estaba pasando en la Catedral de Santiago de Compostela. No dormia bien por las noches y cada vez que veía a un peregrino llegar con la concha y su FE a la Catedral, quedaba en silencio. Creo que hasta el ICTUS debió de darme de lo que llevo sufrido y quiero manifestar que lo que ahora estoy manifestando no es mas que un pequeñísimo granito de arena de lo mucho que tengo por manifestar siendo todo verdad sin la mas mínima mentira.
14 de Febrero de 2.013".

3 comentarios:

Voz en off dijo...

Demencial, oxalá non fose certo

Unknown dijo...

Le agradecería cambiara mi nombre por iniciales, en caso de que crea relevante que aparezca; lo cual a mi no me lo parece toda vez que me limito a realizar mi trabajo.

Gracias. Yolanda Vidal

Unknown dijo...

Muy agradecida.

Y.V.